<<NUESTRA SEÑORA DE LAS MASACRES

Al rededor del Templo de la Oscuridad persigue a la luz,
las puertas se abren con un soplo de odio penetrando
vitrales empañados, ecos de ruinas en los muros,
incienso y podredumbre flotando en la desolacion;
y sobre el altar, la virgen de la muerte

Nacío de un escultor borracho
allá, en la noche de walpurgis;
un sacerdote la compro para adorarla
desnudo, mientras violaba con su cruz a una niña:
hoy, por la noche, el sacrificio se consuma;
la virgen llora, y los demonios aúllan.

La noticia del milagro corre como sangre
en boca arpías que la transmiten al mundo:
periodicos, televisíones y satelites son cómplices.
La estatua-prostituta se muetra ante millones
los niños rien y los viejos ladran sus esperanzas
porque piensan que maria se manifiestan en lágrimas.
Hagamos votos de fé ante la virgen que llora,
rindamos culto a nuestra Señora de las Masacres.

Yugoslavia se parte en pedazos de carne humana,
la media luna deguella a los herejes,
y cada vez que una matanza de miles ocurre
la virgen llora, aunque por dentro sonríe:
y es que un demonio habita dentro de ella,
enviado para confundir al mundo
por que el Anticristo viene, y el tiempo se diluye.

Los fieles se congregan bajo las estrellas de la mañana:
se laceran manos y pies, cumplen sus penitencias,
un chacal vestido con sotana les disfraza el infierno
mientras habla dulcemente de piedras con sentimientos.
¿Y quien puede convencerlos de su error
si la ONU se arrodilla ante la misma imagen?

Y en la alto, Dios se entristece
al ver a sus criaturas cegadas y bordenado los abismos,
buscando paz en el regazo de los demonios,
en el culto a los muertos y a las figuras inertes.

Gritales, Señor que por cada rodilla postrada,
por cada vela encendida
hay un pacto que el diablo recibe con burlas.
Grita Señor que sólo tú eres Dios:
Divide la mar, Señor divide la mar.