jueves, 17 de enero de 2008

"Mi Demonio"


Apenas unas horas atrás

Vi el cadáver de mi conciencia

Ensangrentado y purulento

Con los ojos fijos en los míos

Con es mirada que reclama

Porque la deje morir

Y vire a mi derecha

Y te contemplé por primera vez

Tan lucido, tan bello

Tu mano tocaba mi hombro

Y me creí aliviada de tenerte

Me dijiste con tu voz tan pasiva

Que mi conciencia debía haber muerto

Lo asimile de inmediato y

Con toda mi alma a ciegas creí en ti

Sin darme cuenta te acepte y ascendí descendiendo

Al mas dulce y cruel de los infiernos

Del que no quieres escapar

Mas te asusta imaginarte en el

Sin comprender que tienes un infierno en vida.

Me hablas de la maldad

Y comprendo por tu gracia

Que no soy tan buena como quisiera

Ni tan mala como debiera ser

Toca mi hombro una vez más

Tómame en tus brazos

Y ayúdame a cruzar la línea

Mi dulce demonio maldito

Aléjate, pero no me dejes…

Me susurras por las noches

Que haz de corromper mi alma

Pero es tan dulce tu rostro

Y tan pura tu mirada

Que te sonrío levemente

Y te arrullo hasta dormir

¡Mi pobre niño, tan solo

Tan desamparado, tan bello…!

Te siento hablar y como siempre

Me cautiva tu mirada

Embelesada a tu merced vivo;

Me proteges del frió con tus manos heladas

Mas sin embargo para mi es calido tu abrazo

Recordamos con rencor

Aquellos días cuando no estabas

Cuando mi alma no te contemplaba

Y me haces saber que me hacías falta

Que necesitaba tu abrazo…

Hay veces que mientras duermes en mis brazos

Algunas voces me incitan a matarte

Quieren deshacerte con un resplandor que hiere

Mi pobre niño, no te dejan descansar en mi,

Y me basta con saber que no soy merecedora de paz

Para extinguir los resplandores,

Volver a los gritos susurros,

Y poder seguir contemplando tu rostro

Mientras duermes y te alimento con mi alma.

Mantente siempre así, a mi derecha

Guíame de la mano hacia el infierno

No me dejes volver…no me dejes sola…

Devórame hasta succionar el soplo

Que mi único deseo es contemplar

Una sonrrisa de tus labios,

Mi dulce niño, tan solo como yo,

Tan desamparado como mi alma,

Y tan bello como yo solía ser.

CASANDRA